De primavera, a feroz invierno
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De la “Primavera Árabe” ya rota, a la pálida “Primavera democrática” de Javier Guerrero, la cual nació muerta. De las supuestas bondades en 2011 del brote democrático (a golpe y bala, con base en violencia, pues) en países musulmanes nada queda. En su momento y cuando inicié aquí la saga de Café Montaigne, se lo platiqué creo yo, en la segunda columna. Ancilé mi tirada de naipes en los conocimientos, el ensayo y la exploración del hombre más grande en lengua árabe, el poeta sirio Adonis (Alí Ahmad Said). Éste tiene un libro claro y perturbador al respecto, “Violencia e Islam”, (Editorial Planeta). Sus entrevistas, con su reflexión clara y maciza, ofrecen inmediatamente palabras blancas a situaciones oscuras y pesadas.
En una entrevista concedida en su casa de París, Francia, espetó lo siguiente: “La Primavera Árabe se ha transformado en una pesadilla… la sublevación contra la tiranía precipitó nuevas formas de tiranía”. De aquel brote de supuestas florecillas buenas y benignas en los campos, ya nada queda. Siria y Egipto son los ejemplos paradigmáticos. Si estudiáramos a ciencia cierta y subrayáramos con plumón rojo el devenir de estos países luego de que sus ciudadanos salieran a enfrentarse en las calles con los ejércitos oficiales represores, para obtener vida y acciones de y en libertad, nos daríamos cuenta de que todo ha empeorado, la barbarie se ha posicionado con mayor fuerza, como lo señaló Adonis (barbarie se ha castigado con barbarie. En Siria hubo un ataque con bombas química en un enclave musulmán radical. Fue por parte del régimen de Bashar Al Assad. Estados Unidos contestó con un ataque frontal y baraterías de aviones armados hasta los dientes. ¿Hay alguna diferencia?) y situaciones bizarras afloran en un mundo tan diferente a nosotros, que la “libertad” que usted y yo defendemos, para ellos es sólo un concepto vago, no doctrina de su Corán.
“Envuelta en el denso velo / de la tenebrosa noche, / vino en sueños a buscarme / la gacela de los bosques”. Son los versos de Ibn Jafaya (1058-1138). La mantilla oscura se hizo presente amparada en sangre en una guerra fratricida imposible de detener. Egipto, donde en teoría florecería un Estado democrático y sería un faro de luz que arrastraría consigo a sus vecinos, hoy está sumido en el espeso bosque de su sangre y negrura. Hosni Mubarak, el dictador defenestrado que llevaba 30 años en el poder, ahora y de nuevo está libre. Digamos, nunca estuvo preso. Estaba en un hospital militar y nunca en prisión. Ahora, luego del proceso, es libre. Libres también están sus hijos, acusados de gran corrupción al servirse de los dineros públicos.
Esquina-bajan
Su actual presidente, Abdelfath al Sisi –los cables internacionales lo dicen–, resultó peor de represor y sanguinario que el dictador. Y ojo, éste no fue el presidente elegido democráticamente cuando inició esa muletilla de la “Primavera Árabe”. ¿Sabe usted a quién eligieron como los conductores de su destino, los hermanos egipcios? A los hermanos musulmanes. Sí, ellos y nadie más fueron los que salieron ganadores en las primeras elecciones libres celebradas en Egipto desde hacía al menos 7 lustros. ¿Qué hizo Al Sisi, quien estaba al frente del ejército? En 2013 encabezó un golpe de Estado contra los musulmanes, repito, elegidos democráticamente.
Lo dice un poeta y no un politólogo, afirma tajante Adonis: “El nuevo fanatismo es una suerte de ‘prolongación’ de las primaveras árabes… En el caso de la religión musulmana, el caso tiene una dimensión trágica: un solo libro, el Corán, es la fuente única de toda jurisprudencia pública, social, cultural e institucional, hoy como ayer…”. Sin duda, pero, ¿qué le vamos hacer si ellos, los hermanos musulmanes no cambian ni quieren cambiar? Hoy, aflora desbocado un jinete del Apocalipsis: la guerra. La última guerra mundial. No habrá ganadores, sólo vencidos.
Amenaza de guerra mundial. Estados Unidos vs. Corea del Norte. Un deslenguado tuitero llamado Donald Trump, contra un joven dueño de un país con armas nucleares, Kim Jong-un. Estados Unidos bombardeó Siria, otro país que en su momento (2011), era moteado como protagonista también de la “Primavera Árabe”. Se acusó de haber usado éste armas químicas en contra de opositores y civiles (el Estado Islámico). Al día de hoy hay atentados suicidas en todo Europa. Las armas son los propios cuerpos de los suicidas al grito de “Alá es grande”. ¿Democracia y libertad? No a todos interesa.
Letras minúsculas
“Mi mapa es una tierra sin creador. / La negación de todo, mi evangelio”: Adonis. Dios no tiene nada qué ver en esto. Ya no hay evangelio de paz. Nunca lo ha habido…