Donald Trump promete "no olvidar nunca" a las víctimas de la matanza en bar gay de Orlando

Washington.- El presidente de EU, Donald Trump, prometió "no olvidar nunca" a las víctimas de la masacre del club gay Pulse de Orlando (Florida), donde murieron hace un año 49 personas en la peor matanza con arma de fuego en la historia reciente del país.

"NUNCA OLVIDAREMOS a las víctimas que perdieron sus vidas hace hoy un año en el horrible tiroteo (sic)", comentó Trump a través de su cuenta personal de Twitter.

La noche del 12 de junio de 2016, el estadounidense de origen afgano Omar Mateen, quien dijo actuar en nombre del grupo terrorista Estado Islámico (EI), entró armado con un fusil de asalto y una pistola automática en la discoteca Pulse de Orlando, donde se celebraba una fiesta latina.

Allí Mateen perpetró el ataque con mayor número de muertos en EU desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la peor matanza con arma de fuego en la historia reciente del país.

Mateen falleció en la misma discoteca durante un enfrentamiento con las autoridades, tras haber disparado indiscriminadamente contra los asistentes a la fiesta, matando a 49 de ellos y dejando heridos a otros 53.

Cientos de personas, muchas de ellas familiares y amigos de las víctimas, acudieron esta madrugada a la discoteca para recordar a los fallecidos y durante el día habrá otros homenajes con motivo del llamado "Día Orlando Unido, Día de Amor y Bondad".

Tras la matanza en Pulse, Trump, como virtual candidato republicano a la Presidencia, reiteró su propuesta de prohibir la entrada a EU a todos los musulmanes, una idea que lanzó por primera vez en diciembre de 2015 a raíz del tiroteo de San Bernardino (California), perpetrado por dos supuestos seguidores del EI.

El magnate también urgió entonces a mejorar la inteligencia para detectar a los "enfermos de odio", a aquellos que han nacido en el país y se han radicalizado, y dijo que la comunidad musulmana debía hacer más para facilitar información.

Precisamente hoy, un tribunal de apelaciones decidió mantener el bloqueo que pesa sobre el veto migratorio proclamado en marzo por Trump para prohibir la entrada a territorio estadounidense de todos los refugiados y de nacionales de seis países de mayoría musulmana.