Un trece de mayo
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El trece se ha considerado número identificado con calamidad, desastre, mala suerte, accidente.
Hay edificios que suprimen el piso 13 y la habitación que podría llevar ese número. Luego se escogió el martes para presagiar que “en martes ni te cases ni te embarques”, y si se junta cifra con letra, el martes 13 aparece como número fatídico.
Fuerte impacto ha recibido el mundo de la superstición cuando se ha señalado, en mayo 13, el día de festejo para la Virgen de Fátima. Se conmemoran las apariciones de la Virgen María, de las que fueron testigos los niños pastorcitos, en Portugal.
Eran las 5:17 p.m. de un miércoles 13 de mayo de 1981, cuando el Papa Juan Pablo II fue herido gravemente por las balas de un terrorista. Después de su restablecimiento, el Papa —ahora canonizado como santo— hizo un viaje para entrevistarse con su ofensor y expresarle su perdón y otro precisamente a Fátima para dar gracias por el buen resultado de la inmediata atención médica.
Como ya hicieron tres pontífices anteriores, el papa Francisco también visita Fátima. En esta ocasión para conmemorar el centenario de las apariciones de la Virgen a los niños Francisco, Jacinta y Lucía, y también para canonizar a los dos primeros, que murieron siendo niños.
Es un viaje relámpago en que no podrá hacer contacto con los hogares, los hospitales, las cárceles, como lo ha hecho en otras naciones. Ha ofrecido una disculpa al verse imposibilitado por las múltiples actividades de su agenda en estos días. Quizá lo hará en alguna otra ocasión.
Podría el trece considerarse un número trinitario ya que tiene las cifras correspondientes a la unidad de naturaleza y a la distinción de personas en Dios, uno y trino, pero ni la doctrina ni la fe aceptan la vinculación de cifras o fechas a buena o mala suerte, a prosperidad o desastre, a buen augurio o premonición fatídica.
El estigmatizado número 13 ya puede recordar una gloriosa aparición, una protección en atentado al sucesor del apóstol Pedro, que pudo ser letal, y ahora también la celebración, en Fátima, del centenario de la aparición mariana con presencia pontifical.
Caben 300 mil asistentes en el lugar de la celebración. El notable acontecimiento de 1917 es recordado cien años después por la multitud que canta: “El 13 de mayo, en Cova de Iría, bajó de los cielos la Virgen María…”.