Hasta pronto, Édgar... mándanos ‘la de ocho’ desde allá: fallece periodista de VANGUARDIA

Este sábado 23 de marzo, falleció en Saltillo a los 52 años el periodista y abogado Édgar Leonel González Torres, quien por más de 30 años demostró que se puede informar sin mordaza, con rigor y disciplina. La definición de un reportero 24/7.

VANGUARDIA fue y seguirá siendo su casa. Édgar González se convirtió en una bandera.

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Abogado de profesión, se definió a sí mismo como un “apasionado por el periodismo veraz y sin mordaza, con el gusto por las investigaciones de datos, fiscalización y política. De opiniones libres”. Además de que fue docente de las universidades UNID y UANE en las carreras de Derecho y Comunicación.

Ejerciendo como reportero, egresó de la Universidad del Valle de México, con maestría en Métodos Alternos para la Solución de Conflictos, y se encontraba doctorando en la misma especialidad. Ganó el Premio Estatal de Periodismo en siete ocasiones.

Y en el camino dio cátedra de que se debe ser un apasionado de la profesión, pero sobre todo de la familia. Su gran “nota de ocho columnas” fue contraer matrimonio con Marisela García Gaytán, y sus dos hijos: Édgar Roberto y Melissa González García, a quienes enviamos un abrazo fuerte.

‘NOS DEJA UN VACÍO Y A LA VEZ UNA ENORME ESCUELA’

“Édgar nos deja en su legado como periodista una clara definición de profesionalismo y responsabilidad. Entendía y ejercía perfectamente los límites y el rigor que se requieren hoy más que nunca en nuestra profesión. Nos deja un vacío y a la vez una enorme escuela, de la que siempre tendremos el mejor de los ejemplos”, expresó Armando Castilla Galindo, director general de VANGUARDIA.

Diana Galindo de Castilla, presidenta de Fundación Vanguardia, expresó su solidaridad y apoyo para Marisela y sus hijos. “Su esposo y padre deja en VANGUARDIA un ejemplo de gentileza y profesionalismo. Lo recordaremos con cariño y agradecimiento”.

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Para Kowanin Silva, directora editorial del medio, Édgar cumplía bien los atributos que Kapuściński establecía para definir a un buen periodista. “Fue una buena persona, un profesional del oficio, un auditor del poder, un periodista 24/7. Un maestro para la redacción y siempre un caballero”.

“Serio, agudo, siempre llegando puntual a las citas. Así recuerdo, sobre todo, a Édgar. Escuchaba atento antes de preguntar. Sus acotaciones eran siempre pertinentes. Tenía mirada periférica y estaba permanentemente alerta de los detalles. Capturaba primicias al vuelo. Nuestras conversaciones se enriquecieron particularmente cuando decidió adentrarse en el camino del Derecho.

“Coincidíamos en que el estudio de esa disciplina nos ayudaba a ser mejores periodistas. Fuimos cómplices de múltiples aventuras periodísticas y ese es un vínculo que la biología no puede romper. Los textos publicados y la memoria garantizan la perduración de los frutos de esa complicidad”, comentó el periodista Carlos Arredondo.

Editor por más de 45 años de VANGUARDIA, Apolonio Alvarado recordó que Édgar siempre supo la admiración que sentía por su trabajo.

“Fueron décadas de trabajar juntos, de empujar hacia un mismo objetivo. Édgar es la imagen que cualquier periódico quisiera tener: entrega, disciplina, responsabilidad y una astucia por el manejo de la información que pocos tienen.

“Lamento mucho la partida de ‘El Cachetón’. Es una pérdida muy grande para el periodismo. Reporteros como él son un ‘garbanzo de a libra’, como lo fueron Pepe Reyes y don Toño Ruiz; siempre fueron una garantía para lograr la ‘nota de ocho’. Édgar, te vamos a extrañar y gracias por tus enseñanzas. Hasta siempre”, expresó.

‘GRACIAS POR LAS ENSEÑANZAS’

Para la periodista Lucía Pérez Paz, Édgar tenía muchas cualidades que dejaban marca en quienes lo conocían: elocuencia, paciencia, amabilidad y el don de compartir conocimiento.

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“La vida me dejó coincidir con él desde hace 12 años dentro y fuera del trabajo. Siempre sereno, con voz pausada y comprensiva. Tenía la facilidad de transmitirnos tranquilidad. De él aprendí de periodismo, de autocuidado y hasta a prender el carbón.

“Como periodista él trajo para los saltillenses el tema de la corrupción inmobiliaria. Un tema poco abordado en el gremio por falta de conocimiento. También dio luz a temas legales que gracias a su formación entendía, y como periodista traducía para que fueran comprendidos”, expuso la reportera de VANGUARDIA.

Armando Ríos, también compañero en esta casa editorial, recordó que Édgar fue una de las personas que lo recibió cuando empezó en el oficio en 2016.

“Siempre tuvo la disposición de darme un consejo y una guía que fortaleciera mi trabajo. Con paciencia me enseñó el mundo de las cuentas públicas y de los partidos políticos. Las pláticas podían ser interminables, como una vez que regresamos juntos de un encuentro de periodistas en Monterrey, donde hicimos un recuento de aquellas cosas que habíamos aprendido y de temas que no habíamos volteado a ver”.

La reportera Andrea Palacios agradeció a Édgar: “por ser un gran maestro y compañero, siempre profesional, con calidad humana, trabajando sin competencias. Su silla inocupable se quedó en el periódico, espero que tenga un buen viaje a las estrellas”.

Alonso Flores, otro integrante del staff de reporteros de VANGUARDIA, se sumó a los agradecimientos a Édgar por sus enseñanzas y su inamovible disposición para ayudar. “Se va siendo una luz guía para las nuevas generaciones del gremio”, expresó.

En una profesión en la que hay que saber cómo publicar un tema, de él aprendí el “cómo sí”, recordó Suriel Elizondo, jefe de información de este medio.

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“Con Édgar aprendías hasta en las discusiones. Pocas veces se coincide con un perfil tan preparado para ejercer el periodismo y con alguien tan dispuesto a enseñar lo que ninguna escuela te explica. ‘Lo importante es que la información salga, hay que ver cómo sí’. Para mí esa frase se volvió un principio. Se nos fue un excelente reportero, pero se nos quedan las enseñanzas de un gran maestro”.

Ante la noticia, colegas, lectores y fuentes expresaron sus condolencias ante la partida de Édgar.

“Tu ausencia terrenal nos deja un vacío, pero segura estoy que tendrás un bello renacimiento. Gracias por coincidir, por las enseñanzas, por las risas y tu siempre disposición para hacer equipo, para colaborar sin competencias. Siempre maestro, siempre paciente, siempre mostrando temple. Hasta siempre amigo, buen viaje a las estrellas”, comentó Magdalena Guardiola, excolaboradora de este medio y conductora de Imagen Radio Coahuila.

“Juntos construimos una gran sección de deportes en los años noventas y 2000. Mis condolencias para su familia, descanse en paz y brille para él la Luz Perpetua”, comentó el periodista José Luis Dávila Morales, de El Diario de Coahuila.