Gente de Saltillo: Estefan Baltezan, el sonidista de una película que se presentará en Venecia

Cuando pensamos en cine, probablemente pensemos en una cámara, una sala de proyecciones o tal vez en algún actor famoso; hoy vamos a poner el ojo en el micrófono.

Estefan es un joven saltillense que pasó de trabajar como chef en una cocina, a ser asistente de sonido en una película que está dando la vuelta el mundo, siendo próxima a proyectarse en el siguiente Festival de Venecia.

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“Yo soy chef por profesión, pero siempre me ha gustado la producción, entonces yo trabajaba con amigos en diferentes proyectos, aunque realmente mi preparación fue por medio de capacitaciones ofrecidas por la Secretaría de Cultura”, reveló el saltillense.

Estefan contó que su experiencia trabajando en medios audiovisuales comenzó al participar en diferentes proyectos y documentales en colectivos de Saltillo, lo que le permitió ir aprendiendo en el camino.

Con el tiempo, uno de sus amigos comenzó a trabajar en esta casa editorial, invitando a Estefan a unirse al equipo, dónde se desarrolló como creador en el área del multimedia, desarrollando contenido audiovisual.

“Entre el curso que tomé en cultura y mi tiempo trabajando en VANGUARDIA, terminé por afinar las habilidades con las que en su momento me invitarían a trabajar en la película”.

Mientras trabajaba en un restaurante, se estaba desarrollando la película “A cielo abierto”, y se reencontró con uno de sus conocidos del pasado, quien le ofreció un puesto en la película.

Ahí, como asistente de sonido, Estefan se interesó en la producción, donde se encargaba de “llenar el silencio”, grabando y editando lo que pocas veces captamos, pero construye la película.

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“Sí, una imagen dice más de mil palabras, pero en una película de lo más importante es el sonido, podría decir que es más del 50% de la película. No puedes demostrar que tan bueno es tu guion, si no se escucha”, expresó.

Bajo esta premisa, indicó que durante el rodaje, diariamente se dirigía desde su casa al hotel en donde se hospedaba el equipo, para después viajar a las zonas desérticas en Arteaga, dónde grababan. También relata que grabaron en el desierto de Piedras Negras, lo que lo hizo viajar a dicha ciudad.

Este trabajo solo fue el disparo de salida en la carrera de Estefan, pues después de su participación en la película se le han ofrecido diferentes ofertas de trabajo referentes a sus habilidades en el sonido.