Como una suerte de terapia o, sencillamente, para salir de sus problemas de la vida diaria, este grupo de senderistas se caracteriza por ser un espacio libre y seguro para las mujeres.
Los productores calculan una pérdida del 80 por ciento de su producción y solicitan con urgencia el respaldo del gobierno para mitigar las pérdidas y sostener la economía local
Mi abuela materna, doña Liberata, vivió en la calle de Arteaga, casi frente a la placita que dicen de Castelar. Ahí en esa vieja casa que mi tía Adela, su hija, describía diciendo: ‘Son solamente tres adobes meados’